El año 2025 marcó un antes y un después para Turtles for the Future. Aunque ya habíamos vivido rescates complicados y situaciones emotivas, nadie en el equipo esperaba que el Mediterráneo, especialmente la costa valenciana, nos pusiera a prueba de una forma tan intensa. A lo largo del año, asistimos a 15 tortugas varadas y 5 en estado crítico. La mayoría lograron recuperarse gracias al trabajo conjunto de nuestro equipo, el apoyo constante de varios pescadores colaboradores y la intervención especializada de la ONG italiana Salvare il Mediterraneo, con la que mantenemos un acuerdo operativo desde hace dos años. Sin embargo, también vivimos momentos amargos: 2 tortugas no pudieron superar las lesiones, recordándonos por qué nuestra misión sigue siendo indispensable.
El primer varamiento del año
El 8 de enero recibimos la primera alerta. Un pescador cercano a la playa de Pinedo, Toni, uno de nuestros colaboradores más experimentados, nos llamó por radio:
“Tenemos una juvenil flotando boca arriba. Parece agotada. Venid rápido.”
Cuando llegamos, la tortuga estaba desorientada y sin fuerza para sumergirse. Era una hembra de unos cinco kilos. Le bautizamos temporalmente como TF-01 Janis. Tras un análisis rápido detectamos un cuadro de neumonía debido a una ola de frío inusual y restos de mucosidad que bloqueaban parcialmente su respiración. La trasladamos al Centro de Recuperación de Valencia, donde permaneció 27 días. A mediados de febrero recuperó movilidad, apetito y respuesta muscular. El 1 de marzo la devolvimos al mar. Ese día, mientras Janis se alejaba nadando con energía renovada, casi todos acabamos con lágrimas. Era el comienzo de una larga temporada.
Un patrón preocupante
A medida que avanzaban los meses, empezamos a notar un patrón común en las tortugas que recibíamos: La mayoría estaban afectadas por consumo de plástico, redes abandonadas, anzuelos o heridas causadas por embarcaciones recreativas. La presión humana sobre la costa levantina se había intensificado más de lo habitual.
Entre marzo y julio rescatamos 14 tortugas adicionales, en su mayoría juveniles, muchas atrapadas en redes ilegales o en “ghost nets”, redes fantasmas arrastradas por corrientes que nadie reclama. En cuatro casos, los avisos procedieron de nuestros pescadores colaboradores, quienes hacen de ojos permanentes en el agua. Esta red de apoyo es una de las fortalezas más valiosas de Turtles for the Future: Más de veinte embarcaciones nos informan a diario de avistamientos de fauna herida, manchas de contaminación o restos peligrosos.
Uno de los casos más recordados de esta fase fue TF-07 Gaia, encontrada en junio por dos hermanos pescadores de El Perelló. Estaba completamente inmovilizada por una maraña de sedal que le había cortado la circulación en la aleta delantera izquierda. El material llevaba tanto tiempo incrustado que había comenzado a necrosar parte del tejido. Fue necesaria una microcirugía para evitar su amputación, intervención en la que participó un equipo de Salvare il Mediterraneo mediante asistencia remota y supervisión de su especialista en traumatología marina. Gaia tardó casi dos meses en recuperarse, pero finalmente volvió al mar con un dispositivo de seguimiento satelital para observar su evolución muscular. A día de hoy sigue desplazándose con normalidad, aunque evita nadar en zonas profundas durante periodos prolongados.
5 tortugas en estado crítico:
De todos los rescates realizados en 2025, hubo cinco tortugas cuyo estado nos mantuvo vigilando día y noche. Estas situaciones fueron especialmente delicadas:
1. TF-04 Nerio
Encontrada en abril en la playa de La Patacona con un fuerte hundimiento respiratorio. Tras un TAC detectamos obstrucción grave por un cúmulo de plásticos rígidos. La cirugía fue riesgosa, pero sobrevivió. Tardó 11 semanas en estabilizarse.
2. TF-07 Gaia
La ya mencionada tortuga de El Perelló con necrosis en la aleta. Recuperación muy lenta.
3. TF-10 Olmo
Rescatada en agosto. Tenía fractura en el caparazón tras el impacto de una moto de agua. Requirió fijación externa y placas. Tardó cuatro meses en evolucionar. Sigue bajo seguimiento.
4. TF-12 Mare
Atrapada en una red fantasma. Llegó extremadamente deshidratada y con hipoxia severa. Se recuperó tras semanas de cuidados intensivos.
5. TF-14 Dante
El caso más triste del año. Encontrado en octubre con múltiples lesiones internas tras ingerir anzuelos y cordaje. Falleció a los dos días pese a los tratamientos.
Las dos pérdidas del año
El fallecimiento de TF-14 Dante y TF-09 Lira (una juvenil rescatada en julio con daños irreversibles en el aparato digestivo) fue un golpe muy duro para todo el equipo. Cada miembro del equipo recuerda perfectamente el día en que, tras horas de esfuerzo, tuvimos que aceptar que no podíamos hacer más.
En Turtles for the Future siempre decimos que cada pérdida nos recuerda que aún queda un largo camino por recorrer. Estas dos muertes reforzaron nuestra motivación, impulsándonos a mejorar nuestras técnicas, aumentar los protocolos de coordinación con los pescadores y reforzar la colaboración con Salvare il Mediterraneo.
La importancia de nuestros pescadores colaboradores
Si hay un grupo que merece reconocimiento público, es el equipo de pescadores que trabaja codo con codo con nosotros. Ellos fueron responsables de 8 de los 20 avisos que permitieron rescates exitosos. Sin su mirada constante sobre el mar, muchas tortugas no habrían sobrevivido ni siquiera las primeras horas.
Además, son ellos quienes nos alertan sobre zonas donde las redes fantasma se acumulan, donde hay objetos flotantes peligrosos o donde observan cambios en las rutas de tortugas que nunca antes habían detectado. Su papel no es solo operativo: También es emocional. Muchos de ellos llevan décadas en el mar y consideran a las tortugas parte natural de su vida diaria.
El soporte fundamental de Salvare il Mediterraneo
Nuestra colaboración con la ONG italiana Salvare il Mediterraneo ha sido uno de los pilares fundamentales de 2025. Ellos aportaron asesoramiento técnico, protocolos quirúrgicos avanzados, análisis de comportamiento migratorio y soporte remoto en momentos de máxima urgencia.
En septiembre, incluso enviaron a Valencia a una de sus especialistas, la doctora Alessia Piroli, para supervisar el tratamiento de TF-12 Mare y actualizar nuestro sistema de monitorización mediante microchips de baja interferencia. Su aportación elevó el nivel de precisión de nuestros seguimientos, permitiéndonos detectar patrones relevantes para futuros rescates.
Un año duro, pero esperanzador
De las 20 tortugas atendidas, 18 sobrevivieron, y 15fueron liberadas antes de finalizar 2025. Las otras tres continúan en observación por seguridad médica.
Aunque vivimos momentos difíciles, también vivimos instantes de una belleza indescriptible: La primera inmersión de Gaia tras meses de rehabilitación, la energía de Olmo al volver a mover las aletas tras su fractura, o el agradecimiento silencioso de los pescadores al ver que sus avisos marcaron la diferencia.
2025 fue un año intenso. Un año que puso a prueba nuestro compromiso, nuestra técnica y nuestra resistencia emocional. Pero también un año que reafirmó por qué existe Turtles for the Future: Para estar ahí cuando una tortuga nos necesita, para devolverle al Mediterráneo todo lo que nos da, y para demostrar que la colaboración entre personas, instituciones y países puede salvar vidas reales.
